El inserto más bello. George Méliès y David Fincher unidos por el montaje.
En montaje, llamamos inserto al plano que, literalmente, se "inserta" entre otros dos planos que, narrativamente tendrían continuidad entre ellos. Es decir, sin ese inserto, podría entenderse la narrativa la historia que se está contando, pero existen infinidad de posibilidades por las que ese plano se inserta entre ambos.
Una posibilidad puede ser, que no existe efecto de continuidad entre los dos planos, y al insertar en medio uno, se consiga el efecto de "invisibilidad" en el montaje que otorga continuidad. Otro motivo puede ser que se quiera dar importancia a una reacción, una mirada, o simplemente algo que sucede aparentemente de forma ajena a la trama principal. Como he dicho, razones hay infinitas, tantas como el director quiera otorgar al plano.
El primer inserto del que se tiene constancia, se produjo en el año 1902 en el cortometraje "Viaje a la luna" del maestro George Méliès. Este cortometraje está rodado con un lenguaje audiovisual muy primario, utilizando la técnica llamada "tableau", consistente en colocar la cámara y rodar en plano general lo que sucede frente a la escena, como si de rodar una obra de teatro se tratase. Aún no ha habido necesidad de inventar un lenguaje nuevo, aunque este ya está en ciernes, y es justo hacia el final de esta película cuando el modelo de represantación primitivo cambiará para siempre casi de forma accidental, inconsciente, dando el pistoletazo de salida al lenguaje que cambió la historia del cinematógrafo y que perdura hoy en día en cada una de las películas y programas de televisión que vemos. Como decíamos, hacia el final de "Viaje a la luna", Méliès rueda un plano general de la bala saliendo de la luna de regreso a la tierra. La bala cae del risco lunar en dirección al mar. Narrativamente el espectador podría entender la imagen de la bala cayendo y el plano a continuación de la bala entrando en el océano. Y sin embargo, Méliès intercala un plano entre ambos (un inserto) de la bala cayendo por el aire. No era necesario, pero al deconstruir la narrativa y al volver a construirla en planos, se inventa, casi de manera accidental, el montaje cinematográfico.
Como vemos, el inserto, es la piedra angular del lenguaje cinematográfico, que nace como cabe de esperar en una sala de montaje.
En el caso de "Viaje a la luna", el inserto no es necesario, y sin embargo funciona. ¿Podemos encontrar algún ejemplo en el lenguaje cinematográfico actual? Decenas de ellos en cada una de las películas estrenadas en salas de cine, pero hoy quiero centrarme en el que para mi se ha convertido automáticamente en el inserto más bello de la última década cinematográfica. Este inserto, obra del director David Fincher y del magnífico montador ganador de dos óscars ("La red social", "Millenium: los hombres que no amaban a las mujeres", ambas de Fincher) Kirk Baxter, se produce en la película protagonizada por Ben Affleck y Rosamund Pike "Perdida". Película que, por cierto, está estupendamente editada en Adobe Premiere. (Chupaos esa Avid y Final Cut).
En él vemos dos planos que por si solos tendrían perfecta continuidad, pero en el que el montador decide colocar un bellísimo inserto. En el primer plano: la hermana de Ben Affleck, interpretada por Carrie Coon sale de su coche, sin cortar el plano, pasa por detrás de él esquivando las cámaras de foto de los periodistas y se dirige a la puerta la casa de su hermano. (1)
El siguiente plano podría ser perfectamente el de ella entrando (3), sin embargo el montador coloca un plano recurso a modo de inserto entre ambos del gato de Ben Affleck expectante ante el circo mediático y que mira hacia arriba para recibir a Carrie Coon cuando entra. (2)
¿Aporta algo a la narrativa? No. ¿Se podría entender la secuencia sin ese plano? Si. Pero son estos planos (inútiles) los que ayudan a crear la maravillosa atmósfera de la película. Por ello, por su plasticidad pura sin necesidad de tener sentido, es tan bello.
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