Música y color. La nostalgia está de moda.

Bien es sabido por cualquier editor audiovisual que, una pieza nunca acaba en el montaje. Una vez se ha editado toda la imagen y todo el sonido y el resultado corresponde a lo que le creador (o el cliente) tenía pensado, comienza el laborioso y necesario trabajo de etalonaje. 


En la pieza que aquí analizamos, el proceso de etalonaje es no solo una cuestión artística, si no también una necesidad imperiosa. La grabación de este videoclip del músico jerezano Jose Manuel Peña, se produjo en eso que los directores de fotografía llaman falsamente "hora mágica", por que no dura una hora, y por que la magia desaparece cuando tienes que etalonar. 
La "hora mágica", recurso audiovisual que se ha utilizado magistralmente en cine por directores de foto como Almendros o Lubezki, son esos minutos que transcurren entre la puesta de sol y la oscuridad total de la noche. Pues eso, minutos en los que cambia la luz radicalmente. En especial si el rodaje se produce en un tiovivo que da vueltas y que coloca al cantante a veces a favor de la luz, a veces en contra. La idea de que se rodara en un tiovivo, con lo que apuntábamos a cierto toque "infantil" o más bien "recuerdos de la infancia", nos llevó a querer darle un tono cálido a la imagen. Algo así como "tostado", que recuerde en parte a las películas caseras en Super 8 (de hecho hay una parte que está editada como si fuera película antigua) que quedaron en nuestro imaginario como recuerdo de un pasado cercano y entrañable. La nostalgia está de moda. 


El rodaje, que como hemos dicho se produjo en un tiovivo, tuvo lugar a finales de verano, lo cual permitía un gran margen de minutos de luz. Gracias a ello, se pudieron rodar tres versiones íntegras del videoclip y muchos planos recursos. Para comodidad del músico y dado que nos encontrábamos en un medio tan hostil como un tiovivo (si alguna vez has intentado operar con un estabilizador en un tiovivo sabes de lo que hablo) se grabaron tres planos secuencias en el que el músico interpretaba la canción "Ding Dong" íntegra. Las diferencias de luz entre la primera y la tercera toma son notables: 

Toma 1










Toma 2
Toma 3
Ante esta situación, se hacía necesario un primer proceso de etalonaje consistente en igualar la luz de los planos. Gracias a la cantidad de programas de post-producción digital existentes, las posibilidades son casi infinitas. After Effects, Davinci Resolve, o los innumerables plugings para Final Cut 7 y X o Premiere. Ahora solo queda paciencia y pasar una y otra vez la película hacia adelante y hacia atrás, intentando componer el tono de los planos fijándose en la toma anterior y la posterior pero sin olvidar el conjunto global. O sea, echarle tiempo y paciencia. 

Y todo para que el resultado final quede tal y como el creador (o el cliente, volvemos a insistir en esto) tenían pensando desde un comienzo. 

Aquí una muestra del antes y el después. 



Algunas tomas del videoclip ya etalonadas.



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