Cuando Harry encontró a Sally en primer plano.

El año 1989 llegaba a las pantallas de cine la que, probablemente sea, la mejor comedia romántica - a excepción de las películas de Woody Allen - de los 80, y sin lugar a dudas una de las más queridas por el público: Cuando Harry encontró a Sally.  
Mucho se ha hablado del maravilloso guión de Nora Ephron, la química entre Meg Ryan y Billy Crystal o la dirección de Rob Reiner (director eterna promesa incumplida que merecería un artículo "a parte").  Pero, ¿y qué pasa con el montaje? 

El montaje de la película corre a cargo de Robert Leighton, montador habitual de Rob Reiner desde "Cuanta conmigo" hasta "Flipped", incluyendo alguna de sus mejores obras: "La princesa prometida", "Misery", "Algunos hombres buenos" y de la que aquí vamos a hablar "Cuando Harry...". Esta filmografía lo convierte en toda una institución del montaje en cine comercial de los 80 y los 90. Un peso pesado gracias a su buen hacer en las colaboraciones con Rob Reienr. 

En el cine comercial (y ojo, comercial no es un adjetivo denostativo), el montaje o es narrativo o carece de sentido. Y dentro de este sentido de narración, los primeros planos tienen una inusitada importancia ya que nos acerca mejor que ningún otro a los rostros de los actores. Si los ojos son el espejo del alma, los primeros planos son el espejo de los sentimientos del personaje que interpreta el actor. 
Cuando en los albores del cine se empezaron a usar los primeros planos, el impacto fue tal que muchos espectadores rechazaban frontalmente su uso: ¡Habían pagado para ver al actor completo, no solo su cara! Cuanto hemos cambiado. 

En "Cuando Harry encontró a Sally", los primeros planos son usados para penetrar en los sentimientos de los personajes, y dependiendo del momento de la narración y a qué plano se yuxtaponga significarán una cosa u otra. Veamos un ejemplo. 


En esta escena que se produce casi al principio de la película, aún Harry y Sally no tienen la relación de "amistad" que comparten durante gran parte de la película. Aún son solo dos conocidos que no se caen muy bien.







  • En el primer plano vemos a Harry hablando con su amigo al que se ha encontrado besando a Sally en un aeropuerto. 
  • En el segundo plano, Sally lo mira y lo reconoce, por lo que empieza a sentirse incómoda. No quiere ni hablar con él después del desastroso viaje en coche que habían compartido en la secuencia anterior. 
  • En el tercer plano, Harry sigue hablando con su amigo, y no mira a la cara a Sally. Él aún no se ha dado cuenta. 
  • En el cuarto plano, el primer "primer plano" de la escena, Sally ya plenamente consciente de quien es él, se muestra muy incómoda y queriendo evitar que Harry la reconozca. 
  • En el quinto plano vemos como Harry continúa conversando con su amigo. Por ahora Sally ha pasado desapercibida. 
  • En el sexto plano, el novio de Sally la presenta ante Harry, el contacto visual ya es inevitable. 
  • En el séptimo plano, tenemos un primer plano de Harry que entonces reconoce a Sally, aunque no termina de ubicar de qué la conoce. 
A partir de aquí, el director y el montador centran la atención en ellos dos, obviando a la tercera persona que hay en pantalla. 
  • En el octavo plano vemos de nuevo a Sally, ella ahora consciente de que él la ha reconocido. 
  • En el noveno y último plano volvemos a Harry. 
Ambos se dicen mucho solo con la mirada, y sabemos que se han reconocido y la incomodidad que sienten gracias a los primeros planos que centran en ellos la atención, sin que haya necesidad de incluir un diálogo que lo muestre de forma explícita. 


Analizamos ahora esta segunda escena que tiene lugar ya bastante avanzada la película. A estas alturas de la narración Harry y Sally son muy amigos, y aunque ellos aseguran que no son nada más es en esta escena en la que comprendemos que entre ellos dos está surgiendo algo más. 











En la escena, tanto Harry como Sally están cenando con unos amigos. Harry asiste a la cena con su nueva novia y Sally con su nuevo novio.

En el primer juego de planos, vemos a Sally besándose con su novio y a continuación el montador nos yuxtapone un plano de Harry mirando muy seriamente. Ambos planos al unirse crean un significado en la mente del espectador: a Harry le incomoda ver como Sally se besa con su novio, por que está empezando a sentir algo por ella. 

En el segundo juego de planos, vemos un plano medio de Sally mirando al otro lado de la habitación. Se yuxtaponen ahora dos planos más, uno de Harry besando a su novia y a continuación, al igual que pasar en el anterior montaje, un primer plano de Sally. De nuevo vemos, con esta intercesión al primer plano como la escena afecta a Sally: ella también se siente incomoda al ver a Harry besar a otra persona por que está empezando a sentir algo por él. 

Como vemos, el uso del primer plano nos ayuda a saber sin necesidad de diálogos lo que estan pensando o cómo se sienten los personajes. Todo gracias a la yuxtaposición y a que el montador, al cambiar de un previo plano medio al primer plano nos dice implícitamente: ¡Atento! ¡Algo está pasando en la mente del personaje! Quién iba a decirles a los espectadores de los comienzos del cine, que al usarse el primer plano en una película no se estaba "recortando" el cuerpo del personaje, viendo menos de él, sino que al contrario, se estaba mostrando mucho más de lo que se mostraría con un plano general del mismo actor. 

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